55 años comprometidos con la calidad, seriedad y la responsabilidad empresaria rosarina

Somos una empresa constructora rosarina que a través de nuestra amplia trayectoria hemos desarrollado una vasta experiencia en la administración, ejecución y gerenciamiento de proyectos y obras.

Hace 55 años un grupo de amigos comenzó a construir este sueño que hoy es Bauen Arquitectura. Durante este gran trayecto de historia recorrido, y más de 140 edificios en la ciudad, nos especializamos en cada una de las etapas que implica todo el proceso de desarrollo constructivo desde los trámites previos hasta la finalización y entrega.

Entendemos la importancia de acompañar a nuestros clientes en sus proyectos, proponiendoles siempre la maximización de su inversión.
Este valor agregado garantiza los resultados, priorizando la calidad en los procesos, optimizando tiempo y recursos.

Mediados de 1967. Éramos Victorino Álvarez (Manuel Ocampo, Buenos Aires), Enrique Goldberg (Junin, Buenos Aires), David Solomonoff (Paraná, Entre Ríos) y yo, Mario Eduardo Schujman (Rosario, Santa Fe), compañeros y amigos en el Equipo de Estudios de la Vivienda de la UNR que dirigían los arquitectos Hermes Sosa y “Chiche” Stoddart. Intervenida la Universidad tras el golpe militar de 1966 nos unió la construcción de un edificio en calle San Juan sobre la Galería Dominicis, cuyo Proyecto y Dirección obtuvimos gracias al apoyo del arquitecto Mario Segovia Mayer, ex Decano de la Facultad de Arquitectura.

Reunidos en el departamento que alquilaba Goldberg decidimos constituir una SRL y construir edificios para la venta buscando el apoyo material de familiares y amigos. Así nació Bauen Arquitectura en 1967, tomando el nombre de una revista que recibíamos llamada Bauen und Whonen.

Comenzamos a construir y vender los departamentos constituyendo Sociedades Accidentales y compartiendo utilidades con los inversores. Nos fue muy bien y trabajábamos mucho. Se fueron sucediendo los edificios en una época de muy baja inflación, lo que permitía financiarlos en pesos y en cuotas fijas. Pero llegó el llamado “Rodrigazo”, con violenta devaluación, y en una semana perdimos el 40% del capital acumulado; comenzábamos en ese entonces el Bauen 21.

En 1976, con el golpe militar, Solomonoff decide salir de la Empresa. Seguimos entonces “Pirulo” Alvarez, “El Ruso” Goldberg (apodos que traían de la Facultad) y yo, “Eduardo” Schujman. Para poder financiar creamos entonces las hipotecas reajustables según índice de salarios y lo hacíamos a 10 años. Fue un éxito total. Los bancos no intervenían pues financiábamos nosotros evitando a los compradores comisiones, tasaciones e inclusive demorando las escrituras para evitar las hipotecas. Vendíamos todo lo que construíamos anteponiendo siempre lo aprendido en nuestros hogares: honestidad y responsabilidad ante todo.

Hacíamos publicidades excelentes en la revista “Boom”, en “El lagrimal trifurca” y en La Capital, con el “Negro” Fontanarrosa, Carlitos Saldi, el “Negro” Ielpi y hasta con Caloi. Eran tiempos de muchísimo trabajo; cumplíamos y nos divertíamos, pero con una ventaja importante: supimos adaptamos a los permanentes cambios políticos y económicos de nuestro tan difícil país. Pasamos devaluaciones, golpes de estado, elecciones, hiperinflaciones, pesificaciones, desgravaciones, Plan Bonex, Convertilidad, etc.

Y llegó una fecha trascendente para el desarrollo de Bauen: 1988. Gonzalo Crespi organizó una reunión con el Dr. Javier Vigo Leguizamón, de Pilay Santa Fe, para comprar departamentos e iniciar en Rosario su plan de construcción de viviendas a pagar en 20 años, de buen suceso en su ciudad. Le propuse asociarnos. Y aceptaron. A partir de ese momento construimos para nosotros y para ellos, sumando a nuestra trayectoria el éxito de aquel plan en Santa Fe.

Y pasó el tiempo, 55 años de trabajo incansable con cerca de 5.000 departamentos entregados, otros en construcción y muchos en proyecto. Pero también hemos sufrido pérdidas: hace unos años nos dejaron los queridos Pirulo Alvarez y Enrique Goldberg y también el entrañable amigo Jorge Tettamanti, nuestro Contador desde siempre. Quedan sus hijos Mariano y Martin y Marina Tettamanti, nuestra actual contadora. Debo también recordar a nuestra escribana María Emilia “Nené” Bernard, a Mirna Marinovich, de tantos años con nosotros y al compañero y amigo Arq. Enrique Bernabé.

Este escrito es sólo un recuerdo parcial de lo vivido para crear esta, hoy importante empresa, nuestro orgullo. Gracias a mis padres, gracias a mi esposa e hijos, gracias al equipo de colaboradores que a través de los años aportaron capacidad y esfuerzo. Gracias a proveedores y contratistas amigos. Sin todos ellos, Bauen no habría existido.

Arq. Schujman